Fase Inicial: Deterioro leve y síntomas sutiles

En esta etapa, los síntomas de la demencia suelen ser leves y a menudo difíciles de identificar. La persona puede comenzar a olvidar cosas, como citas importantes o nombres de personas, o tener problemas con tareas cotidianas como organizarse o tomar decisiones. A pesar de estos cambios, muchas personas en esta fase pueden seguir viviendo de manera relativamente independiente.

Cuidado anticipado:

En esta fase, es útil realizar ajustes en el entorno para facilitar la organización y recordar tareas. También es el momento ideal para planificar el futuro, incluyendo la gestión de la salud, las finanzas y las decisiones legales. Los cuidadores pueden ofrecer apoyo emocional y recordar al paciente sobre citas o actividades importantes.

2. Fase Intermedia: Deterioro notable de las habilidades cognitivas

En esta etapa, los síntomas se hacen más evidentes y las dificultades en la memoria y en las funciones cognitivas empiezan a interferir significativamente con las actividades diarias. Las personas pueden perder la capacidad de manejar el dinero, seguir una conversación o recordar eventos recientes. A menudo, también se observan cambios en el comportamiento, como la confusión, la desorientación y la dificultad para reconocer a personas cercanas.

Cuidado anticipado:

En la fase intermedia, el cuidado debe enfocarse en garantizar la seguridad del paciente, ya que pueden volverse más vulnerables a accidentes. Es importante seguir ofreciendo apoyo en las actividades diarias, como vestirse, comer y bañarse. La comunicación debe ser clara y sencilla, utilizando frases cortas y proporcionando una estructura diaria.

Fase Avanzada: Pérdida significativa de funciones y dependencia total

En la fase avanzada de la demencia, la persona pierde la capacidad de realizar la mayoría de las actividades cotidianas de forma independiente. La memoria y las habilidades cognitivas se deterioran considerablemente, y puede haber pérdida total de la capacidad para hablar, moverse o reconocer a los seres queridos. En esta etapa, el paciente requiere cuidado constante y puede necesitar ayuda para comer, movilizarse y mantener la higiene personal.

Cuidado anticipado:

En esta etapa, el cuidado se centra en la comodidad y el bienestar del paciente, incluyendo el manejo de la salud física y emocional. Los cuidadores deben estar preparados para proporcionar apoyo las 24 horas, ayudando con la movilidad, la alimentación y la higiene. Además, se debe prestar atención a los aspectos emocionales y de comunicación, ya que los pacientes pueden mostrar comportamientos difíciles debido a la frustración o el dolor.

En resumen

La progresión de la demencia varía según la persona, pero en general sigue una secuencia de fases desde la leve pérdida cognitiva hasta la dependencia total. Al entender las fases de la enfermedad, los cuidadores pueden anticiparse y adaptar el cuidado según las necesidades cambiantes del paciente, proporcionando apoyo en cada etapa para mejorar su calidad de vida.

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