Instituacionalización en pacientes con demencia
¿Es momento de institucionalizar?
La institucionalización es una decisión que muchas familias enfrentan en el camino del cuidado de una persona con demencia. Consiste en trasladar al paciente a un centro especializado donde pueda recibir atención continua, segura y adaptada a sus necesidades. Para muchos cuidadores, solo pensar en esta posibilidad despierta sentimientos de culpa, tristeza o confusión. Sin embargo, en ciertas etapas de la enfermedad, esta puede ser una forma amorosa, consciente y responsable de seguir cuidando.
¿Cuándo es momento de considerarlo?
Algunas señales que pueden indicar que ha llegado el momento de contemplar esta opción incluyen:
• Comportamientos que representan un riesgo para el paciente o para quienes lo rodean.
• El agotamiento físico y emocional del cuidador principal.
• La necesidad de cuidados especializados que ya no pueden brindarse en el hogar.
Institucionalizar no es abandonar. Es reconocer los propios límites y los del entorno familiar, y buscar lo mejor para todos los involucrados.
¿Cómo elegir el lugar adecuado?
Un centro ideal debe ofrecer seguridad, calidez y calidad de vida. Algunos aspectos clave a tener en cuenta son:
• Personal capacitado en el manejo de personas con demencia.
• Espacios físicos adaptados para evitar riesgos y facilitar la movilidad.
• Atención paliativa centrada en el bienestar integral del paciente.
• La posibilidad de mantener el vínculo afectivo con la familia.
• Acompañamiento emocional también para el cuidador, antes, durante y después del proceso.
Testimonio de vida: el caso de Marta y su mamá
“Mi mamá fue diagnosticada con Alzheimer hace siete años. Al principio, pude cuidar de ella en casa solo, luego con ayuda de una enfermera. Pero con el tiempo, empezó a deambular, a tener episodios de agresividad y a no reconocerme. Yo no dormía bien, me sentía agotada y culpable por pensar en una institución. Me costó mucho tomar la decisión. Pero con asesoría encontré un lugar especializado, con personal amoroso y preparado. Ahora mi mamá está tranquila, segura, y yo puedo visitarla sin el peso del desgaste diario. Luego de mucho acompaamiento y reflexión entiendo que no la abandoné. La sigo cuidando, solo que de una forma diferente. Más amorosa y sostenible para ambas.”
— Marta, 52 años, Medellín, paciente Dra Elisa
Desde Permaneser, te acompañamos
Sabemos lo difícil que puede ser este paso. Por eso, en Permaneser acompañamos a los cuidadores en el proceso de toma de decisiones, brindando orientación profesional, escucha activa y contención emocional.
Pensar en institucionalizar no debe ser motivo de culpa, sino una oportunidad para seguir cuidando con dignidad, compasión y humanidad.